Iglesia de San Benito

La Iglesia de San Benito, fue construida en 1104 por gallegos. De origen románico, la quemaron los seguidores del bando de Santo Tomé, por ser cabecera y dar nombre al otro bando nobiliario salmantino durante el S. XV. Se encontraba en estado ruinoso y la reedificó en el año 1490 el arzobispo D. Alonso de Fonseca, patriarca de Alejandría, en estilo Gótico-Isabelino.

Los muros son fuertes y pesados, con contrafuertes y sin vanos. La portada es extraordinaria con la Anunciación y el Blasón de los Fonseca, con los cinco luceros bajo un arco carpanel. Sólo tiene una nave con bóvedas de crucería. Por toda la Iglesia pueden verse las flores de Lis del emblema de los Maldonado, puesto que era el panteón de esta casa noble salmantina, que además de vivir al lado, habían pagado parte de las obras de reconstrucción. En sus muros hay enterramientos góticos de finales del S. XV.

Fuente: L. Martín Vaquero Rubén D., et al. Diccionario Curioso De Salamanca: Gruposa, 2007.

Esta introducción es una pequeña explicación sobre el estilo arquitectónico y la historia de esta pequeña y bonita Iglesia de San Benito, pero vinculada a esta Iglesia también está la leyenda de doña María La Brava y que a continuación relato. 

Durante el S. XV en Salamanca tuvo lugar la guerra de los Bandos, donde una hermosa mujer, Dña María de Monroy, viuda de Enrique Enríquez, se convierte en protagonista. Tienen cinco hijos y dos de ellos, Pedro y Luis se ven involucrados en un triste suceso por el que a su madre la llamarían Doña María La Brava.

En Salamanca había dos bandos, el de Santo Tomé, al cual pertenecía doña María de Monroy y el de San Benito. A ambos bandos pertenecían familias nobles de la ciudad y ambos querían el poder sobre la ciudad.

Gómez y Alonso Manzano, del bando de San Benito, jugando a la pelota con uno de los hijos de Doña María, llegaron a una discusión y la discusión llegó a mayores, tanto fue así, que desenfundaron sus espadas y dieron muerte al pequeño de los Enríquez. Temerosos de la reacción del hermano, del que conocían su valor, le llamaron engañándole y también le mataron. Éstos huyen con sus caballos hacia Portugal.

Cuando la madre, Doña María de Monroy recibe la noticia, no derrama ni una sola lágrima, en su cabeza se estaba fraguando la venganza. Tras el enterramiento de sus hijos, se hace acompañar por sirvientes y hombres de armas haciéndoles creer que teme por su vida y que quiere refugiarse en su Señorío de Villalba. Yendo ella a la cabeza, a caballo, les manda parar y les dice:

“¿Ustedes me ven a mí con aspecto de cobarde? Lo que quiero es vengar la muerte de mis hijos.”

Doña María ordena a algunos de los hombres que la acompañaban, que se adelanten para no levantar sospecha y para intentar alcanzar a los asesinos de sus hijos. Así lo hacen y encuentran a los hemanos Manzano en Viseu (Portugal), en una posada. Inmediatamente se lo van a comunicar a Doña María y al resto de hombres, a la cual le da tiempo de pensarlo todo y de tramar su venganza.

Esperaron a que anocheciera y doña María entra en la posada acompañada por diez de sus hombres  y los otros diez se quedan fuera vigilando para que  los hermanos Manzano no escapen. Tras encontrarlos durmiendo, los manda matar y decapitar. Coge sus cabezas y las trae a galope hasta Salamanca para depositarlas sobre las tumbas de sus hijos, enterrados en la Iglesia de Santo Tomé. Por este hecho se la conoce con el sobrenombre de Doña María La Brava. Su casa se puede ver aún ya que se encuentra en la Plaza de los Bandos.

“A San Benito venían

los Manzano orgullosos

y los Monroyes briosos

a Santo Tomé acudían.”

La guerra entre los dos bandos era constante y duró años. San Juan de Sahagún (patrono de la ciudad), predicó y predicó para que hubiera paz entre los dos bandos y al fin lo consiguió, por eso se le llamó el “Pacificador de los Bandos”.

Curiosidad: En la portada, entre la hojarasca se ha labrado un tuno, como elemento diferenciador, para señalar que estamos contemplando una restauración. 

Agradecimiento:

Manuel Mena, gracias por tus fotos y tus poemas, como éste dedicado a La Iglesia de San Benito. 

Iglesia de San Benito,

pequeña, fuerte y oscura.

Remanso de paz.

Secretos de hondura.

Maldonado en el sepulcro,

retablo de serena traza.

Torre vigía.

Campanas que al alba,

conversan con el alma mía. 

y éste otro dedicado al Tuno de San Benito:

En la puerta de la Anunciación.

tallas de piedra fina.

Un tuno tañedor de laúd

sobre un capitel, que los demás envidian.

¿A quién cantaste ayer en  noche serena,

 de patio estudiantil, y alborada festiva?

Una mujer sonríe camino de Clerecía,

 mientras suenan cánticos,

que unen sentimientos, con letanías.

¡Tuno de san Benito!.

¿Acaso algún clérigo,

tus canciones conocía?.

¿Sabes alguna canción que hable,

de charras y estudiantes,

que aquí se dieron cita?

En este tu patio, silencioso,

la sonrisa de mil estrellas te iluminan.  

Suenan baladas de amor entre piedras frías.  

¡Tuno de san Benito!.

¡Tus canciones… enamoran vidas!

(Manuel Mena)

 

                                                                    

 

 

11 Comentarios

  1. M. Mercedes Ruiz

    Cada rincón de esta bella ciudad guarda historias interesantes.
    Gracias Teresa por informarnos y compartir tus conocimientos.
    Y a D. M.Mena que siga adornando tus documentos con sus bellas frases.
    Felicidades.

    Responder
    • Teresa

      Muchas gracias Mercedes, para mi es un privilegio poder enseñar mi ciudad y mostrar a través de mi blog curiosidades y rincones de nuestra hermosa Salamanca.
      Saludos,
      Teresa

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  2. Mar Maroto

    Cuánta historia, misterios y curiosidades guarda nuestra bella ciudad…
    Teresa, muchísimas gracias por tu hacer, por acercarnos las vivencias de aquellas gentes y engrosar nuestra cultura. Ha sido todo un placer leerte.

    Responder
    • Teresa

      Muchas gracias Mar por tu comentario. Me alegra leer que os interesa los misterios, leyendas y curiosidades de cada rincón de nuestra bella ciudad. Nos sorprende la belleza de todos nuestros edificios emblemáticos, pero entre sus piedras también se encuentran historias muy interesantes que nos trasladan a aquellos tiempos. Gracias de nuevo Mar.
      Saludos,
      Teresa

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  3. Antonio Pérez Gorjón

    Hola Teresa: He recorrido un poquito este tu sitio de visitas guiadas, lo veo interesantísimo; tu trabajo de guía y la documentación que tienes aquí, voy a verla con más calma, soy un amante del arte en general y um poco más de nuestra ciudad.
    Lo que he visto me ha encantado, si me lo permites voy a adentrarme de lleno en tus trabajos y guías culturales y, desde mi modesta opinión y desde mis conocimientos, te iré haciendo más comentarios.
    También he leído algo del Sr. Mena, muy bonito, él es un gran maestro de las letras.
    Enhorabuena y un afectuoso saludo.
    Antonio (tu compañero musical)

    Responder
    • Teresa

      Muchas gracias Antonio por tus comentarios. Me complace leer que eres un amante del arte «en general» y bien lo se yo al tenerte como compañero de rondalla, en la que cantas como el mejor de los ruiseñores, pero que también te interesa el arte de nuestra ciudad. Cierto es que cada rincón de Salamanca es un mundo, con sus maravillosos edificios, la historia vinculada a ellos, las curiosidades y la picaresca. Gracias de nuevo por tu opinión y claro que sí, opina lo que tu quieras.

      Saludos, Teresa

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  4. Antonio Pérez Gorjón

    María Teresa, con todo mi afecto y con todo mi ánimo de colaborar en tan linda página de arte y cultura salmantina y que tú organizas, me he atrevido, desde mi modesto entendimiento poético y artístico, a dejarte aquí en tu blog, un soneto. Espero sea válido.

    saludos.

    Responder
    • Teresa

      Muchas gracias Antonio por tu comentario. En esta página todas las opiniones o cualquier otra aportación es aceptada y por supuesto válida. Me agrada leer que te gusta e interesa la página web donde intento mostrar algo de la cultura y el arte de nuestra tierra. Te animo a que sigas expresando tu opinión y que sigas leyendo este blog.

      Saludos, Teresa

      Responder
  5. ANTONIO PEREZ GORJON

    Hola Srta. María Teresa, “La mejor guía turística de Salamanca”. Uno de los lugares más significativos de nuestra cultura (mi opinión), es la Plaza del Corrillo. Me encanta pararme en ella y contemplar su entorno y también, porque es mi lugar de paso obligado entre el origen de mi paseo y el final de ida que es la fachada de la Casa Lis. Siempre me paro aquí para contemplar los capiteles de las columnas, la fachada de la iglesia de San Martín y el vistazo rápido al fondo de nuestra plaza mayor.
    Es por ello, que me he atrevido a confeccionar un poema, un soneto dedicado a Cervantes y a esta preciosa plaza. Es mi buena intención de colaborar en tu blog.
    Dice así:

    Plaza del corrillo con un escritor. «Advierte, hija mía, que estás en Salamanca” entre estrellas y luna llena blanca, sobre piedras doradas de Villamayor.

    Salamanca homenaje a un escritor, nombre Miguel de Cervantes Saavedra; impreso sobre un muro de piedra y su efigie en la plaza Mayor.

    La tía fingida, escrita por un señor, historia en Salamanca sucedió, dos estudiantes amigos del amor.

    Estudiantes mancebos y manchegos cantaron a la moza una noche, guitarra, bandurria, gaita y cencerros.

    Antonio (Tony Sala)

    Responder
    • Teresa

      Muchas gracias Antonio (Tony Sala) por tu comentario y poema. ¡Qué bien que te hayas animado a comentar tu opinión y además con el añadido lírico dedicado al rincón de D. Miguel de Cervantes!. Esta plaza del Corrillo, que a ti tanto te gusta, está muy relacionada con la leyenda de Doña María la Brava, ya que hacía de «frontera» entre los dos bandos enemigos que se enfrentaron en el S. XV, el bando de Santo Tomé y el bando de San Benito. La llamaban el «Corrillo de la Yerba», sí, escrito con Y. Cuando por un camino nace hierba, eso quiere decir que por ahí no pasa nadie, pues por el Corrillo de la Yerba, pasaba poca gente porque con los continuos enfrentamientos entre los dos bandos, los ciudadanos no pasaban por esta «frontera» por si salían mal parados y se veían involucrados en algún enfrentamiento sin haberlo buscado, por este motivo la hierba crecía y crecía, porque era poco frecuentado. He de decirte que a mí también me encanta este pequeño rincón de la ciudad, pero grande en historia y anécdotas.

      De nuevo muchas gracias Antonio por tu comentario.

      Saludos, Teresa

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  6. Antonio Pérez Gorjón

    Eres una gran guía (y cantante), y una gran comentarista del arte.

    Saludos Teresa.

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