Santa Teresa de Jesús y sus reliquias

Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, fundadora de la orden Carmelitas Descalzos y escritora mística. Su cuerpo incorrupto, su corazón y su brazo izquierdo se encuentran en Alba de Tormes, aunque muchas partes del cuerpo de la Santa Andariega se encuentran diseminadas por iglesias y conventos de España, Italia, Portugal…etc.

Esta entrada de blog la voy a dedicar a las reliquias de la Santa y una de las  más valiosas es la mano que custodian las monjas del Carmelo de Ronda y en su día guardó como un tesoro Francisco Franco.  

Su historia se remonta a la época de la Guerra Civil española, cuando las tropas republicanas saquearon el convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda y además de joyas de orfebrería, se llevaron la mano de la Santa.

De camino a Francia, son interceptados por los nacionales que se quedan con la reliquia y por más que las monjas de Ronda la reclamaron, el general Franco decidió quedarse con ella hasta que muere y su mujer y su hija la devuelven a la Orden.

Parece que el dictador tenía tal devoción por la reliquia, que hasta cuando pasaba sus vacaciones en Galicia la llevaba y ordenaba trasladarla dentro de un estuche.

Otra de las grandes reliquias de la Santa es un pie que se encuentra en Roma, en la Iglesia Santa María de la Scala. Fue un regalo que hizo la Orden Carmelita española a sus hermanos italianos. En Peñaranda custodian una mejilla y en las Carmelitas de Madrid hay pequeños pedazos de su carne en forma de corazón. También hay muelas en Santiago de Compostela y Toledo y dedos en París, Sevilla, Bruselas.

El corazón de la Santa es una de las reliquias más veneradas por su valor simbólico. Según cuenta la tradición de los Carmelitas de Alba de Tormes, Fray Luis de León recibió el encargo de publicar la obra de Santa Teresa recopilando sus manuscritos. Uno de los pasajes que escribió la Santa despertó la curiosidad de los médicos de la Universidad de Salamanca que lograron que su cuerpo fuera desenterrado para extraerle el corazón.

En el texto “La gracia del dardo”, del Libro de la Vida, Santa Teresa narra cómo un ángel se le aparece y con un dardo le atraviesa el corazón. Al sacarlo, la deja abrasada en amor grande de Dios. Los médicos de la Universidad, piden que su cuerpo sea desenterrado  ya que querían comprobar la herida que debía tener la Santa en el corazón. 

Los médicos no comprendieron que cuando Santa Teresa escribe «La gracia del dardo» no se estaba refiriendo a algo físico, sino espiritual, un fenómeno místico. 

En el S. XVII había un gran afán por las reliquias, formaba parte de la religiosidad barroca, era práctica habitual de la época. Ahora nos parece extraño o puede que algo macabro, pero en aquellos tiempos era algo normal. Las reliquias más importantes de la Santa son las que se custodian en la villa ducal, además de la mano de Ronda y el pie de Roma. 

Fuente: «La Gaceta de Salamanca 14 de octubre de 2018 (Alba se prepara para venerar las reliquias de la Santa, repartidas por medio mundo».

2 Comentarios

  1. M. Mercedes Ruiz

    Menuda historia, ¡¡ pobre mujer!!!
    La hicieron pedazos y se lo pasarian pipa.
    Teresa tu tocaya no lo pasó bien en su vida.

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    • Teresa

      Hola Mercedes, así es, parece un poco macabro descuartizar a los santos y repartir sus reliquias por todo el mundo, pero formaba parte de la religiosidad cristiana. La gente esperaba de ellas efectos casi mágicos y peregrinaban kilómetros y kilómetros para venerar las más preciadas.
      Existía un verdadero ranking de reliquias y cómo no un auténtico mercado con ellas porque no solo los clérigos las compraban, también los laicos para tenerlas en sus casas o llevarlas consigo, ya que se les atribuía poderes sanatorios y milagrosos.
      Saludos, Teresa

      Responder

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