A un paso de Salamanca se encuentra la localidad de Alba de Tormes, donde al acercarnos distinguimos la Torre del Homenaje del Castillo de la Casa Ducal más importante de la historia de España, el Ducado de Alba, que transformó la villa en una pequeña corte. Pasear por las dependencias de la torre, conocer la historia del Gran Duque de Alba (Fernando Álvarez de Toledo), admirar las pinturas murales de su interior, en resumen, conocer el origen de la Casa de Alba.

El nombre de esta localidad también está unido a Santa Teresa de Jesús. De obligado cumplimiento es visitar el Museo Carmelitano de las Madres Carmelitas Descalzas ubicado en el Monasterio de La Anunciación, donde en el retablo de la Iglesia actualmente se venera el sepulcro, el corazón y el brazo de la Santa, visitados por miles de peregrinos, la celda donde murió, dependencias que nos acercan a la Santa Andariega, a alguien que amó lo sencillo, siempre inquieta, siempre libre y que siempre contó con el apoyo incondicional de la Casa Ducal.

Alba de Tormes también ha sido un pueblo dedicado al barro, es su símbolo y su seña de identidad. Los alfareros albenses crearon un tipo de alfarería llamada “Filigrana Albense”, de las más elaboradas y decorativas de España. En la actualidad existen varios artesanos que nos siguen deleitando con su arte, así como un museo de alfarería que podemos visitar.