LLegó el verano a Salamanca

Llegó el verano a Salamanca. El pasado 21 de junio recibíamos la nueva estación con el solsticio de verano, que se caracteriza por ser el día más largo del año y la noche más corta. Los meses de verano en Salamanca son especialmente calurosos, sobre todo agosto. Nuestro clima mediterráneo continental se caracteriza por inviernos fríos y con pocas precipitaciones y veranos áridos, cortos y calurosos.

¿A quién no le gusta el verano?, vacaciones, buen tiempo, aumento de las temperaturas, las terrazas de verano, los días son más largos, en definitiva, todo esto nos hace estar más contentos, ser más felices, nuestra mente se relaja en esta época. ¡Qué importante es la luz y la temperatura para nuestro estado de ánimo!.

Los salmantinos, para paliar las altas temperaturas, disponemos de varias zonas en la provincia más fresquitas que la capital, como son la Sierra de Francia y la Sierra de Béjar, con sus pueblos declarados “Conjunto Histórico Artístico”, con una gran riqueza cultural, fiestas, costumbres y tradiciones de interés turístico nacional.

Estas sierras se encuentran enclavadas al sur de la provincia, pero al noroeste tenemos otra zona realmente espectacular, es la zona de las Arribes del Duero, también ideal para huir del sofocante calor de la capital. Esta comarca cuenta con una excelente red de miradores y senderos, además de importantes e impresionantes presas como Aldeadávila, Almendra y Saucelle. Aquí el río Duero y sus afluentes han tallado una red de cañones de más de 100 Km de longitud.

Como veis, Salamanca puede sorprendernos incluso en verano.

 

 

2 Comentarios

  1. Manuel Mena

    TIEMPO DE VERANO EN SALAMANCA

    Los poetas orillas del Tormes, al igual que los pajarillos,

    esperan que amanezca, para sentir el rocío.

    Es para todos el mismo, gotas pequeñas, con frescor limpio,

    en la soledad de su entorno el poeta, también se siente rocío.

    Al otro lado en la ciudad bullicio,

    gentes que se desplazan, gritos de niños,

    hombres de brazos curtidos, que trabajaron al sol cortando trigos,

    reflexionan sobre bancos, a la sombra de recuerdos vividos.

    En la tarde

    Siesta, piscina, naipes,

    paseos, detenidos por cervezas, helados, vinos, refrescos.

    Conversaciones, que ya se tuvieron en otros momentos.

    Golondrinas, que atrapan insectos.

    Es tiempo, de que se abran los dondiegos.

    Y… la noche

    Cuando cesan los murmullos en las terrazas,

    y en las calles, se oyen sonidos grises de pasos secos.

    El gallo de la Torre mira hacia la luna,

    Y le envía nubes con frases de amor,

    que salen desde rincones de su pensamiento.

    La luna las lee con atención, mientras lágrimas blancas,

    por sus mejillas, van cayendo,

    siempre, siempre, sonriendo.

    La imaginación en los sentimientos bien atados,

    también busca caminos lejos, en los cielos.

    En verano, Salamanca entera, se cubre de amores soñados,

    que junto con duendes y vientos,

    juegan y giran entre catedrales.

    ¡ Que rozan lo eterno !.

    Responder
  2. Teresa

    Muchas gracias Manuel Mena por los versos que compartes con todos nosotros. Es un placer para mi que adornes los comentarios del blog con tan bonitos poemas.

    Saludos, Teresa.

    Responder

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